lunes, 22 de septiembre de 2025

El Covid 19 y las bibliotecas

Autores: Maria Luisa (Nina) Alonso, Aline Frederico

Introducción: 

Figura 1

Las tecnologías durante el covid 19 afectaron a nuestro estilo de vida, haciendo que las tecnologías fueran indispensables. Tales como el internet, las videollamadas, google classroom… Las bibliotecas también se vieron afectadas durante el covid 19, ya que tenían que pasar de un modelo presencial con el trato hacia los usuarios, a un modelo a distancia que se haría a través de las redes sociales que ahora usamos con normalidad y las vemos como algo cotidiano de la vida. Ya de inicio el paso de usar tecnologías en un ámbito en el que no es habitual su uso, genera un momento en el que no se sabe cómo avanzar en el tema. Pero al final (como pasa siempre) todo se tiene que adaptar. Aunque en un inicio las tecnologías no se sabe muy bien cómo implementarlas, siempre se usan con un fin, y al final se puede dominarlas.


En este blog vamos a hablar en concreto del paso de la presencialidad a la tecnología en las bibliotecas de São Paulo, Brasil. 


Resuemn del artículo:

El artículo inicia hablando de dos bibliotecas diferentes: una en el centro de la ciudad y otra en la periferia de esta haciendo visibles los barrios que hay cerca de esta. Para saber cuántas personas accedieron a estas bibliotecas, utilizan las entradas de las redes sociales de las propias bibliotecas.


                                       Figura 2                                           

Inician hablando de la biblioteca del centro (Monteiro Lobato) tiene una amplia colección de documentos, entre ellos infantiles y de uso juvenil. Esta biblioteca es la más antigua de Brasil, y cuenta con un amplio espacio. Al inicio de la pandemia esta biblioteca no supo muy bien cómo actuar, pero pasados unos días inició en las redes sociales una serie de vídeos/cuentacuentos en los que se contaba un cuento. Estos vídeos estaban hechos por actores profesionales que adaptaban dichos cuentos. Además de estos vídeos se transmitía de forma semanal cuentos para bebés, y se subían a las redes sociales libros de forma gratuita para que fueran de libre acceso.

Aunque esta biblioteca no recomendó ni amplio el conocimiento por los libros, ya que sus redes se basaban en vídeos y podcasts sobre algunos cuentos. 


A diferencia de la biblioteca Monteiro Lobato, la biblioteca Brito Broca sí presenta recomendaciones de los libros que tienen. No aportan sólo el título: en sus redes sociales se aprecian las portadas de esos libros, citas e incluso sinopsis. Estas recomendaciones se dirigen sobre todo a niños y jóvenes, ya que destacan mucho el formato cómic y novela gráfica. También se realizan vídeos en los que se habla sobre cultura e inclusión en la sociedad. Sin embargo un punto en contra en relación con las recomendaciones que hacen, es que esas recomendaciones son solo para los libros/cómics en físico que hay en dicha biblioteca. Pero como las bibliotecas estaban cerradas, esta acción por parte de la biblioteca no tiene mucho sentido. Esta biblioteca se centró más en recomendar libros físicos, que en hacer que fueran accesibles de forma digital.


También cabe mencionar al usuario, ya que en Brasil el acceso a dispositivos electrónicos dificultó que las personas pudieran acceder a las bibliotecas.


Las conclusiones que sacan al final del artículo es que antes de la pandemia las bi bibliotecas se basaban completamente en actos culturales presenciales y en préstamos. Pero con la llegada del Covid las bibliotecas se adaptaron a la utilización de las redes sociales, e hicieron sobre todo producciones audiovisuales propias.


Análisis personal:

Habiendo leído el artículo se puede sacar en claro que el paso de lo físico a las tecnologías no fue simple en realidad, ya que había que dejar a un lado la biblioteca como espacio y hacer que esta misma a su vez fuera visible cuando no había forma de salir de casa. Es decir, la biblioteca aunque no funcionaba como tal, seguía ejerciendo su papel como proveedora de documentos para el disfrute de las personas. Aunque la forma de ejecutar estas tecnologías en favor de las bibliotecas no se llevó a cabo de la mejor forma posible. Se hacían vídeos sobre algunos cuentos para contarles a los niños y niñas más pequeños, pero sólo se hacía una pequeña producción de ellos, además de repetir los mismos cuando hacían vídeos o directos. Esto les ahorraba a las bibliotecas digitales el hecho de crear más contenido y tirar con el que ya tienen. Pero es eso mismo lo que hace que los vídeos aporten tan poco. No se hablan del resto de cuentos que no se han contado.


También está el tema de los libros recomendados en una de las bibliotecas. A diferencia de la otra biblioteca antes mencionada, en sus redes sociales sí se recomendaban libros, pero con una falla: todos estaban en físico y se encontraban en la biblioteca. Esta biblioteca se esforzó por hacer recomendaciones, pero no se dio cuenta de que los libros eran inaccesibles en ese momento. Algo que la primera biblioteca mencionada sí hizo. Aunque no hiciera recomendaciones de los libros que había en la biblioteca, los libros que se usaban para contar cuentacuentos o podcast, sí se sacaban en un formato digital libres para todo aquél que quisiera leerlos.


Figura 3


Por último hay que ver cómo intervino el usuario en estas nuevas bibliotecas digitales. Para empezar, los dispositivos electrónicos que tienen las personas en Brasil no son muy accesibles para la ciudadanía, además del problema añadido del internet. Muchas personas no tenían acceso gratuito al wi-fi, por ende no tenían acceso a las redes sociales de la biblioteca. Y aunque las bibliotecas usaran ciertas temáticas para promover a los usuarios en el uso de las redes sociales, dichas páginas fueron creadas a posteriori de la pandemia. Y cuando la pandemia estaba en curso, sólo se usaron los recursos del podcasts, vídeos y audiolibros.


Conclusiones:

En conclusión, este artículo refleja la realidad a la que tuvieron que enfrentarse las bibliotecas durante la pandemia. Brasil es un ejemplo en el que se ve cómo no se les sabe sacar su mayor potencial a las tecnologías (además de la falta de medios para conectarse a internet), por lo que las bibliotecas pasan a estar accesibles solo para unas pocas personas. A diferencia de la situación que hubo en España como en otros países, en los que la digitalización de libros sí fue posible, además de otros recursos en las bibliotecas digitales. Se podía acceder a la biblioteca por medio de su propia web, no sólo desde las redes. Además del préstamo digital, también se puede hablar del usuario. En España los usuarios formaron un papel esencial, ya que además de consumir el contenido digital, se podían pedir libros específicos si no figuraban en el catálogo.

¿Cómo se podría mejorar el uso de las tecnologías en zonas en las que no hay tanto internet o acceso a la tecnología? ¿Se podría a demás hacer que las bibliotecas se centraran más en el usuario, aunque no supieran usar bien las tecnologías?

Este artículo está relacionado con diverso campos: information society, knowledge society, bibliotecas digitales, transformación digital


Cita y referencia Bibliográfica:

Alonso, M. L. y Frederico, A. (2020)

Alonso, M. L. y Frederico, A. (2020). El rol de las bibliotecas en tiempos de COVID-19: reflexiones y propuestas. Desde el Sur, 12(1), pp. 241-262.

Bibliografía de imágenes:

1º Imagen: Info Barcelona, Historia de la Biblioteca. https://media-edg.barcelona.cat/wp-content/uploads/2020/01/30093347/RS1758__DSC0100-scr.jpg

2º Imagen: Vector portal. https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcRFM_KkFXCOuHv-qeUzBZWJ0ktTt2S1uC0-rg&s

3º Imagen: Pexels, MarianVejcik. https://www.istockphoto.com/es/foto/ondeando-la-bandera-de-brasil-s%C3%ADmbolo-nacional-del-pa%C3%ADs-y-del-estado-gm1383038189-443266423?utm_source=pexels&utm_medium=affiliate&utm_campaign=sponsored_photo&utm_content=srp_inline_media&utm_term=Bandera+Brasil




4 comentarios:

  1. Me parece sumamente interesante como a pesar de ser organismos que todos tenemos tan definidos en nuestra mente colectiva como espacios tan sangrados, tradicionales e inamovibles, las bibliotecas, al igual que todo en la vida, han ido evolucionando con la nueva era digital. Creo que este es un buen momento para destacar una iniciativa de aquí de Madrid la cual esta muy relacionada con esto llamada Ebiblio Madrid. Se trata de una plataforma donde a través de un usuario, el cual te puedes hacer con tú número de carnet de biblioteca pública de Madrid, puedes acceder a una gran cantidad de libros digitales en distintos formatos para leer de forma gratuita. Además, una de sus ventajas es que al ser online, la devolución del préstamo se hace de forma instantánea al momento de expiración, una gran ventaja para las personas olvidadizas como yo.

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  2. En este artículo, la introducción está bien realizada porque llama la atención del lector, da ejemplos de lo que hemos tenido que pasar todos durante la pandemia. En cuanto en la parte del resumen podemos ver que ha comparado bien ambas biblioteca sacando sus pros y sus contras, que no ha revisado los posibles errores. Y respondiendo a las dos preguntas. A la primera creo que si no hay Internet, da igual los dispositivos que dones, o las clases sobre cómo utilizar un teléfono, si no hay Internet el problema sería del gobierno y como mucho habría que quejarse al ayuntamiento para que de mejor conexión a Internet. Pero si los problemas son de falta de días positivos, pues en ese caso una ONG sería la solución más idónea.
    Y respondiendo a la segunda pregunta, creo que la biblioteca tiene que satisfacer al usuario, pero si no se adapta a las nuevas tecnologías, ya sea porque no quiere o no puede, pues se quedará atrás con otras bibliotecas que sí han usado las nuevas tecnologías.

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  3. Hola Julia.
    Me ha gustado mucho las comparaciones que has hecho entre ambas bibliotecas. Además, nunca me había parado a pensar que es lo que habían hecho otras bibliotecas en tiempos de pandemia.
    Resalto sobre todo las preguntas que haces al final de las conclusiones, ya que es cierto que no todo el mundo puede permitirse un dispositivo electrónico y aquellos que lo hacen, a menudo no tienen conexión a Internet y aunque es cierto que las bibliotecas no tenían otro medio de comunicación me hubiera gustado que el Gobierno de Brasil hubiera tomado en cuenta la necesidad de estas personas, ya que todo el mundo merece poder acceder a un libro.
    A tu segunda pregunta, yo creo que sí, porque como hemos estado viendo estas últimas semanas en clase, la biblioteca gira en torno al usuario.

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  4. Me parece fascinante cómo las bibliotecas de São Paulo se adaptaron a la situación de la pandemia utilizando las redes sociales y producciones audiovisuales. Sin embargo, me sorprende que la biblioteca Brito Broca se centrara en recomendar libros físicos en un momento en que la mayoría de las personas no tenían acceso a ellos. Me parece que una estrategia más efectiva hubiera sido ofrecer recomendaciones de libros digitales o incluso crear contenido digital que permitiera a los usuarios acceder a la información de manera más fácil.

    Me gustaría saber si creen que la falta de acceso a dispositivos electrónicos y a internet en Brasil es un obstáculo importante para la digitalización de las bibliotecas. ¿Cómo se podría abordar este problema para hacer que las bibliotecas sean más accesibles para todos? ¿Se podría considerar la creación de programas de préstamo de dispositivos electrónicos o la implementación de soluciones de acceso a internet más baratas y accesibles?

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